Jesús nos dice que continuemos predicando el evangelio, incluso si enfrentamos hostilidad y concurso por parte de las personas. Este tipo de situaciones requiere atención a los detalles para ser exitoso en nuestra comisión.

En propósito, si trabajamos y nos esforzamos es porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios viviente, que es el Salvador de todos, especialmente de los que creen.

Los hijos de Dios podemos acercarnos a la ojeada de la Palabra con esto en mente. Reflexiona en estos versículos bíblicos sobre la esperanza a la faro del evangelio.

Jesús advierte a sus discípulos sobre el peligro de contraponer la hostilidad y la competición al predicar el evangelio, pero igualmente les recuerda que es más valioso ser fiel a Dios que tener miedo a los hombres.

El poder transformador del texto bíblico para el servicio a Dios: Claves para aplicarlo en nuestra vida diaria

Carear la hostilidad y el odio por seguir a Jesús requiere valentía, fe y una confianza en Dios en medio del sufrimiento. Somos llamados a ser testigos valientes ante el rechazo de la gente y a continuar predicando el evangelio en las ciudades de Israel y en todo el mundo.

La instrucción de Jesús para enfrentar la hostilidad y el persecución es un llamado a la valentía y la fe en medio del sufrimiento. El mensaje de Nazareno no siempre fue acertadamente recibido, especialmente por aquellos que se sentían amenazados por su predicación.

Estas dos cualidades son fundamentales para predicar el read more evangelio en medio del sufrimiento y la persecución.

A los ricos de este mundo, mándales que no sean arrogantes ni pongan su esperanza en las riquezas, que son tan inseguras, sino en Dios, que nos provee de todo en multitud para que lo disfrutemos.

Ser firmes en nuestra Seguridad y testigos valientes frente a el rechazo es una enseñanza importante que nos da Jesús en Mateo 10:16-33. Debemos echarse en brazos en Dios para daros el valía necesario para carear cualquier situación y no temer al rechazo de las personas.

En cada ejemplo se utiliza un vocabulario visual o escrito que condensa nuestros sentimientos más profundos sobre la palabra sufrimiento y los numerosos sinónimos que se encuentran en cada idioma.

El sufrimiento es una prueba. Una prueba, a veces, suficiente dura a la que es sometido el hombre. San Pablo, en sus cartas, nos habla con frecuencia de aquella paradoja evangélica de la debilidad y de la fuerza; implementada de modo particular por el apóstol mismo y que contiguo con él, prueban todos aquellos que participan en los sufrimientos de Cristo.

Diez ángeles en el paraíso retuercen sus manos, cubren sus rostros, retuercen sus cuerpos y abren sus bocas en silenciosa congoja. Los hombres se muestran asolados por la pena, sus rostros reflejan expresiones serias y desoladas.

Por otra parte, no responde a la inquietante pregunta de por qué un Dios todopoderoso no interviene y hace algo por toda esa injusticia.